¿Eres de los que hacen crujir los nudillos constantemente? Pues tienes que saber que se trata de una costumbre muy perjudicial para tus manos.
De acuerdo con los colegios de fisioterapeutas de Cataluña, País Vasco, Madrid, Galicia y Navarra, realizar este gesto contribuye a desgastar las articulaciones, los tendones y los ligamentos de manera completamente innecesaria.
¿Sabes cuál es el motivo por el que los dedos crujen cuando los chasqueas? Las articulaciones mantienen los huesos unidos a través de los tendones y tienen la función de facilitar su correcto deslizamiento.
Para cumplir con su cometido, están rodeadas de una membrana que contiene líquido sinovial. Este fluido tiene una textura viscosa para reducir la fricción entre los cartílagos y otros tejidos, lubricando y acolchando las articulaciones durante el movimiento.
El líquido sinovial está compuesto principalmente por ácido hialurónico y lubricina, entre otras sustancias. Además, el fluido tiene gases disueltos, como el oxígeno, el nitrógeno y el dióxido de carbono, que son los responsables de que se produzca el sonido cuando hacemos crujir los nudillos.
Te explicamos cómo sucede: cuando hacemos el gesto de chasquear los nudillos, los huesos de la articulación se separan y el líquido sinovial se expande. Esto provoca que la presión en esta zona baje, lo que permite que los gases disueltos en el fluido se escapen, emitiendo el crujido.
"Crujir los dedos no es bueno porque, al hacerlo, movilizamos una articulación que ya tiene más movimiento del que debería tener y a aumentamos su desequilibrio", aseguran los colegios de fisioterapeutas en un comunicado.
Hay quien dice que hace crujir los nudillos porque siente cargadas las articulaciones. Sin embargo, los expertos advierten que, aunque a corto plazo podemos notar una cierta liberación, a largo plazo provoca un desgaste precoz tanto de la articulación como de los elementos que la rodean.
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